Piensa que pasarás largas horas en esta actividad y que necesitarás estar en la mejor posición posible y para que esta tarea no se vuelva una tortura para tu espalda y tus brazos; también es importante que conozcas las mejores posiciones para amamantar a tu bebé y que ambos disfruten de esta maravillosa conexión.
Antes se recomendaba a la madre tener la espalda recta y bien apoyada, con los hombros hacia atrás, pero recientemente se ha descubierto que los bebés se alimentan mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás y siempre teniendo un buen apoyo en la zona lumbar y cervical con el apoyo de cojines o algún producto similar.
En el cualquier caso es importante prever un buen apoyo en la zona lumbar y cervical mediante cojines o similar.
Lo primero que debes hacer es tener todo a la mano, ya que las primeras tomas serán prolongadas, lo importante es nunca limitar el tiempo de las tomas, tu bebé sabrá cuando está satisfecho; así que debes tener todo lo que puedas necesitar muy cerca de ti, para que no tengas que interrumpir el proceso. Lo que debes tener a la mano es agua, pañuelos, una toallita para cuando lo hagas repetir y tu celular (en caso de alguna emergencia). Estas son solo ideas, piensa en tu comodidad y por supuesto tu cojín para lactancia que hará una gran diferencia.
Algunas posiciones más recomendables son:
El agarre natural y la postura biológica
Como mamíferos que somos tu bebé es capaz de alcanzar el pecho y alimentarse por sí mismo correctamente si se lo permitimos.
Todo fluye mejor cuando no se siguen técnicas y dejamos que todo surja de modo natural, esto va enfocado a que ambos deben estar en una posición cómoda. Para ello, debes estar semi-acostada o sentada con la espalda reclinada hacia atrás, y colocar el bebé boca abajo sobre ti, con la cabeza situada entre tus pechos descubiertos, de modo que no quede ni un trozo del cuerpo de tu bebé que no esté en contacto con el tuyo. No es necesario sujetarlo, solo vigilarlo, porque la propia gravedad lo mantiene firme.
Posición del bebé al pecho
Aunque lo más habitual es amamantar sentada o estirada con el bebé frente a la madre, son muchas posiciones las que se pueden utilizar:
Postura sentada – Posición estirado
El bebé estirado frente a la madre en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus pies hacia el otro pecho. Es la más habitual.
Una variante de la posición anterior es cambiar a tu bebé del otro lado. Esto solo se utiliza si tu bebé lo rechaza, ya que es más probable que acepte alimentarse del otro lado.
Postura sentada – Posición “rugby”
El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de la madre y sus pies apuntando a la espalda.
Esta posición es muy útil para drenar los conductos que se encuentran en la cara externa de los pechos y así prevenir la mastitis.
Tanto la posición estirada como la “de rugby” funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, está colocada en postura semi-reclinada.
Postura sentada – Posición caballito
En esta posición el bebé está sentado sobre una de las piernas de su madre.
Aunque poco frecuente, esta posición puede ser muy útil con bebés con dificultades para fijar el pecho, bien por retrognatia (maxilar inferior corto o retraído) u otras causas.
En esta posición deberás introducir el pecho en la boca del bebé, el pezón apunte “hacia arriba” en dirección a su paladar, para que tu pecho descanse sobre el labio inferior facilitando el agarre.
Estas posiciones que te mencionamos se facilitan enormemente si tienes un cojín de lactancia y aquí te presentamos las razones:
- Ya no tendrás que cargar a tu bebé mientras lo amamantas, solo coloca tu cojín y a tu bebé sobre él, esto hará que tenga la altura necesaria para mamar.
- Esto te dejará 1 brazo libre, dándote un poco de libertad para hacer otras cosas que necesites y a tu bebé le dará comodidad.
- Nuestros cojines de lactancia Aldonza tienen la firmeza y la comodidad justa para ti y tu bebé.
- En Aldonza pensamos en todo, y por eso el cojín tiene una funda de algodón que se puede retirar fácilmente para lavar, también el relleno tiene un forro impermeable, que evitará que en caso de un accidente como pipí o un vómito este llegue al relleno. Solo debes quitar la funda, lavarla en lavadora y limpiar el forro con un trapo húmedo.
¿Sabías que se puede usar el cojín también para dar biberón o simplemente para cargar a tu bebé más cómodamente?
Esto lo puedes usar para recostar a tu bebé después de amamantar, para evitar reflujo, ya que no quedará ni totalmente acostado, ni totalmente sentado, quedará en una posición totalmente cómoda y segura para él.
Y cuando este aprendiendo a mantenerse sentado lo puedes ayudar con el cojín, ya que no permitirá que se vaya hacia los lados.
Esperamos que este artículo te haya sido útil. Recuerda siempre consultar a tu ginecólogo (a) o tu especialista en lactancia, para que te de las mejores recomendaciones para esta maravillosa etapa.
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Bibliografía:
- La lactancia materna. Lawrence, R.A. Mosby / Doyma Libros, S.A. Madrid 1996
- Lactancia materna. Manual para profesionales. Royal College of Midwives. ACPAM. Barcelona 1994
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