La maternidad contemporánea, decide qué tipo de pareja ser, qué estilo de familia construir y aún más, tiene la posibilidad de anular la expectativa familiar/social de ser madre, de tal manera que ejercer la maternidad ya no es una condición obligada para ser calificada como una gran mujer, y cuando elije la maternidad, se compromete a una segunda presencia, pues la maternidad contemporánea le corresponde solo a ella (aún con la colaboración de otras mujeres). Compromiso que, si bien gratifica su vida, al mismo tiempo agrega nuevas responsabilidades.
La maternidad posmoderna no se ajusta ya, al patrón tradicional, inventa distintos estilos de maternidades que sin duda promueven el desempeño exitoso de la mujer actual. Sin embargo, puede también trastocar la salud física y mental de esa madre que lucha entre las premisas tradicionales y las contemporáneas, que dictan el estilo de ser una buena madre. Premisas enquistadas desde un inconsciente colectivo y familiar, generador de sentimientos que pueden llegan a desencadenar incluso, algún trastorno del estado de ánimo o del comportamiento.
Cuéntanos tu experiencia… ¿desde qué ideales o premisas, elegiste ser o no ser mamá? Si lo elegiste ¿qué estilo de maternidad desempeñas? ¿la depresión posparto, llegó para quedarse? ¿conoces los síntomas, el curso y cómo sobreponerse a esa depresión? De esto hablaremos en la siguiente entrega…
Con el gusto de siempre,
Marisol Escamilla C.
Psicóloga.
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